domingo, 13 de octubre de 2013

EL ASESINO FANTASMA

Era medianoche. El jardinero estaba podando los setos, o al menos eso creía él. Salió al jardín y se dio cuenta de que el jardinero no estaba. De repente, notó algo detrás del manzano. Fue a asomarse y, como una exhalación, desapareció la sombra. Alguien se había ido al seto de la esquina. Allí encontró un papel que decía: “Vas a morir”. Estaba ahí. Pensó en llamar a la policía. Sí, eso era lo mejor. Fue a entrar a la casa pero la puerta del jardín se cerró repentinamente. Todas las luces se apagaron y la cancela de la entrada se bloqueó. Apareció el espectro. Era grisáceo y con la cara deformada. Del cobertizo salió una motosierra flotando y aproximándose a la víctima. El fantasma, en un intento fallido de matarlo, le cortó el brazo. El dueño de la casa tuvo  una sensación de desfallecimiento y pensó: “Tengo sueño”. Y se durmió, pero para siempre.







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