martes, 12 de marzo de 2013

La máquina de vapor


Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la energía térmica del  agua en energía mecánica. En esencia, el ciclo de trabajo se realiza en dos etapas:
•    Se genera vapor de agua en una caldera cerrada por calentamiento, lo cual produce la expansión del volumen de un cilindro empujando un pistón. Mediante un mecanismo de biela - manivela, el movimiento lineal alternativo del pistón del cilindro se transforma en un movimiento de rotación que acciona, por ejemplo, las ruedas de una locomotora o el rotor de un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de carrera el émbolo retorna a su posición inicial y expulsa el vapor de agua utilizando la energía cinética de un volante de inercia.
•    El vapor a presión se controla mediante una serie de dedales ultrasónicos de entrada y salida que regulan la renovación de la carga; es decir, los flujos del vapor hacia y desde el cilindro.


En la máquina de vapor se basa la “Primera Revolución Industrial” que, desde fines del siglo XVIII en Inglaterra y hasta casi mediados del siglo XIX, aceleró portentosamente el desarrollo económico de muchos de los principales países de la Europa Occidental y de los Estados Unidos.
Tuvo un papel relevante para mover máquinas y aparatos tan diversos como bombas, locomotoras, motores marinos, etc. Las modernas máquinas de vapor utilizadas en la generación de energía eléctrica no son ya de émbolo o desplazamiento como las descritas, sino que son “turbomáquinas”; es decir, son atravesadas por un flujo continuo de vapor y reciben la denominación genérica de turbinas de vapor. En la actualidad la máquina de vapor alternativa es un motor muy poco usado salvo para servicios auxiliares, ya que se ha visto desplazado especialmente por el motor eléctrico en la maquinaria industrial y por el motor de combustión interna en el transporte.
“The Rocket”  fue una locomotora construida por George Stephenson y su hijo Robert en 1829. Se hizo famosa porque ganó el concurso de “Rainhill” y porque contaba con caja de fuego, caldera pirotubular alrededor del hogar y tiro forzado, todos ellos elementos de construcción esenciales que se conservaron hasta el final de la era de las locomotoras de vapor.
Según cuenta la leyenda, Stephenson la llamó así en respuesta a un artículo tendencioso aparecido en un periódico de la región, en el que se afirmaba que la gente preferiría irse a la luna en un cohete antes que montarse en un vehículo tan extravagante. Se hacía referencia así a los frecuentes accidentes graves con las máquinas de vapor estacionarias. La idea de mover un carro mediante una máquina de vapor pequeña parecía entonces una locura hasta a la gente ilustrada de la época.
La Rocket también tuvo en su haber uno de los primeros accidentes mortales en la historia del ferrocarril, cuando el 15 de septiembre de 1830, día de la inauguración del ferrocarril de Liverpool a Mánchester, arrolló y mató a un diputado del parlamento por un descuido.
La máquina original se conserva hasta hoy, aunque casi todas las piezas fundamentales han sido sustituidas o modificadas después de muchos años de servicio. El ejemplar expuesto en el Museo de Ciencias de Londres tiene, a diferencia del modelo original, cilindros en posición más horizontal y caja de humos. La empresa “Locomotion Enterprises” construyó en 1979 una reproducción de ella.



   

                      
                         












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